viernes, 28 de noviembre de 2014

Unión



11 de la mañana, todos presentes en el Pabellón de Deportes de la Universidad de Alicante donde se celebró el pasado sábado y domingo, 21 y 22 de Noviembre, el curso nacional de Aikido impartido por sensei Roberto Sánchez. 15 miembros del Club Aikido Alcoi más otras caras conocidas provenientes de Cuenca, Castellón, Alicante… Momentos de encuentros y risas. Buen ambiente y buen trabajo, así se puede resumir el trabajo de este curso, adaptándonos a los imprevistos porque eso también es aikido: flexibilidad, adaptabilidad, fluidez. El tatami realmente se quedó muy pequeño para todos los participantes allí presentes, pero con una rápida actuación de nuestros amigos de San Vicente lo pudimos ampliar ligeramente para estar más cómodos.

Roberto imprimió en el trabajo ese ritmo al que nos tiene acostumbrados, mentalmente sereno pero físicamente intenso. Empezando con suaves movimientos en suwari-waza, construyó poco a poco y añadiendo cada vez más complejidad a los movimientos todo un abanico de técnicas centradas en el shiho-nage, entre muchas otras, pero esta especialmente sobre la que construyó la mayor parte del trabajo inicial que nos propuso . Abordó esta técnica básica desde muchos y diferentes ángulos, mostrándonos como debemos adaptarnos al aite para, dependiendo de la cualidad de su ataque, construir un shiho-nage limpio y elegante, pero que debe y puede arrancar de diferentes formas atendiendo al modo en que en ese instante se estén relacionando tori y aite. Conseguir sentir esa relación que existe entre tori y aite en un determinado momento y adaptarse a ella para construir el movimiento (en este caso shiho-nage) lo más limpio posible es realmente difícil.

Nos llevó a través de un interesante recorrido por un gran número de técnicas en las que unas surgían naturalmente de las precedentes, pero ello con un propósito más elevado que el simple hecho de explicarnos un amplio repertorio de técnicas; la intención era que entendamos que el tori no debe limitarse a "reaccionar" al ataque de uke, sino que debe existir entre tori y aite una conexión, una unidad. Tori debe conseguir sensibilizarse y estar receptivo a su aite, debe estar contínuamente atento a su respiración, su cansancio, ritmo, velocidad, a su intención para fluir con él, de modo que la técnica surja de un modo natural sin brusquedad, sin tropiezos y sin agresividad pero con efectividad. Y surge de ese modo porque si tori consigue esto con su aite, es como si se uniese a él, formando una unidad, y una unidad nunca lucha con violencia consigo misma. Difícil de conseguir, pero se debe intentar.

También recalcó el trabajo de aite, recordándonos que cuando practicamos aikido en el tatami lo estamos practicando tanto cuando actuamos como tori como cuando actuamos como aite; la presencia, atención y espíritu marcial debe estar presente en todo momento y estamos aprendiendo desde que entramos hasta que salimos del tatami, sea cual sea nuestro papel y grado. El ambiente de práctica con los compañeros/as fue muy agradable e incluso divertido, pero siempre con gran intensidad; realmente muy satisfactorio.


La unión de los participantes creó un buen ambiente, entusiasmo e intensidad. La unión de tori con su aite, crea una técnica limpia, cómoda y efectiva, y la acerca a la perfección si es que eso existe. En ambos casos, "la unión hace la fuerza". Gracias a todos los amigos/as que allí nos reunimos para tener unas horas de agradable práctica del aikido y a sensei Roberto por sus siempre interesantes explicaciones y propuestas. Esperemos verle de nuevo pronto. Gracias sensei.



Marco A. Montava












No hay comentarios: