lunes, 19 de marzo de 2012

Crónica del curso de Javier de Maria en Alcoy - Crónica novata

Mi maestro, Bruno Balaguer, me ha pedido que escriba esta crónica. Me lo ha encargado porque tengo muy poca experiencia en la práctica del aikido (apenas siete meses) y su intención es que plasme el punto de vista de una persona "recién llegada".

El curso se llevó a cabo el pasado día 10 de marzo en nuestro tatami, instalado en el polideportivo Francisco Laporta. Puntualmente, a las 10 de la mañana, comenzamos la práctica unos 20 alumnos y el profesor Javier de María. Quizás una de las cosas que más me llaman la atención, es el hecho que un absoluto principiante se situé hombro a hombro con personas que llevan 20 o 30 años de prácticas a sus espaldas. Y que esa práctica sea igualmente enriquecedora para todos.

La propuesta de trabajo de Javier de María fue igualmente sorprendente: empezó reconociendo que no venía a ofrecernos aquellos aspectos del aikido que son muy seguros y conocidos por él. Su propuesta consistía en hacernos partícipes de aquello que es su trabajo personal actual, porque, como decía, se trata de mostrar nuestras debilidades para fortalecerlas juntos. En concreto, propuso para todo el día un trabajo de jiyuwaza libre. Según explicó, pretendía que experimentásemos la libertad al no preestablecer ningún ataque.

Esta idea la desarrolló a lo largo de la jornada, de forma progresiva, realizando ejercicios donde Tori recibía ataques variados de uno o varios Ukes. Poco a poco, las situaciones sugeridas iban aumentando en dificultad, pero no principalmente en dificultad técnica, sino, más bien, aumentaba la exigencia de concentración, una concentración que nos empujaba hacia la naturalidad, la fluidez.

Esa es, tal vez, mi síntesis de todo el curso: la búsqueda de fluidez y naturalidad. Además, mi sensación fue que Javier de María utilizaba una pedagogía clara y que desarrollaba un aspecto complicado de forma sencilla.

Otro aspecto que me gustaría señalar fue el ambiente de trabajo. Éramos algo más de veinte personas, en una práctica realizada a lo largo de seis horas, y en todo momento percibí una seriedad y un respeto que hacían olvidar el cansancio. Es más, a lo largo de la comida que compartimos la mayoría del grupo, continuó ese ambiente distendido, pero sereno. Así que, cuando acabó el día, pensé: "qué rápido".

Jaume Puchades



miércoles, 7 de marzo de 2012

Curso Javier de Maria (5º Dan) 10/03/2012

Os recordamos que este sábado se celebra un nuevo curso a cargo de Javier de María en nuestro dojo. Os adjuntamos el cartel para los detalles sobre el curso (pinchad sobre él para verlo en grande).

¡No faltéis!


sábado, 3 de marzo de 2012

Crónica del curso de Fernando Valero (5º Dan) (04/02/2012)

Como viene siendo ya tradición, uno de los días más fríos del año, el cuatro de febrero, estuvo con nosotros el maestro nacional Fernando Valero. Empezó el curso con una mínima de -3ºC y una máxima que no superó los 3ºC, un kankeigo al más puro estilo, montañas nevadas, aire gélido y un tatami tan helado que se te pegaban los pies al mismo.

No lo defraudamos y una veintena de participantes acudieron de todos los rincones, desde lugares tan lejanos como Castellón o Yecla a otros más cercanos de poblaciones vecinas.

Comenzó el curso con un calentamiento muy centrado en el bajo vientre, ejercicios de movilidad de caderas tanto laterales como frontales, levantamiento imaginario de peso con expulsión fuerte de aire, el ejercicio de funatori furutama, que consiste en que partiendo de las caderas imitamos el movimiento de los pescadores o samurái cuando remaban hacia la batalla, etc.

Sin cambiar el rumbo del mismo, pasamos a realizar la técnica-ejercicio de kokyu-ho, pero enfocada más a una idea de potenciar la respiración y a una coordinación de la misma con nuestro cuerpo, a un trabajo puro de centro y del poder de nuestro peso sobre el adversario. La idea nos pareció fascinante, y a través de ella encadenó ya las sucesivas técnicas con las que desarrolló el curso.

Siguio el mismo con los kihon waza, técnicas base que son el fundamento del Aikido, todas ellas desarrolladas a través de los movimientos del sable, tanto en los desplazamientos a la hora de ejecutar las técnicas, basados en las ocho aperturas, como en los irimi-tenkan simultaneados con los movimientos de corte, siendo muy incisivo a la hora de corregir las técnicas si observaba que no se ejecutaban las aperturas de caderanni se descargaba el peso corporal en el momento de realizarla. Todas estas técnicas las realizamos tanto en suwari-waza como en tachi-waza.

Acabada la primera parte del curso y durante la hora de la comida, el maestro Bruno Balaguer le comentó que iba a presentar este año alumnos a los exámenes para Nidan y Sandan, sugiriendo que cambiara un poco el desarrollo del curso y que al finalizar el mismo realizara un simulacro de examen.

Las conclusiones que desde el Club de Aikido Om hacemos del curso de Fernando Valero son las siguientes. Que las técnicas de Aikido deben nacer de nuestro centro y que éste es un punto de equilibrio necesario a la hora de ejecutarlas. Que las técnicas no se hacen principalmente con los brazos y muñecas de Uke, sino con su centro, apoderándonos de él y robándoselo, haciéndolo nuestro. Que cualquier movimiento debe partir y comenzar en y desde la cadera, abriéndola y cerrándola según sea el ataque de Uke, y que ella debe ser el timón que nos guíe.

Para acabar, recordemos la frase de O'Sensei: "Para poder hacer un círculo se debe tener un centro".

Julio Maestre